Vespino SCA: Restauración

 Pues toda esta historia comienza cuando mi querida compañera Nuria, viendo que siempre estaba viendo motos, y en una de esas ocasiones tocaba un vespino, me comenta que tiene uno parado desde hace 15 o 20 años, y que en más de una ocasión han estado tentados de entregárselo a un chatarrero.

¿Cómoooooo? -Le contesté.

Me enseñó cual era y, qué maravilla, como el que yo tenía cuando era un chaval, pero en color rojo.

Me lo regaló.
Era un vespino SCA del año 81.
Tiene documentación original, aunque nunca estuvo matriculado, aspecto éste complicado de cara a ponerlo en circulación, pero eso ya será otra historia.


Había mucho trabajo por hacer, lo primero comprobar si arrancaba.

Sudé un poco dándole pedaladas, y eso que era Diciembre, pero nada.
Así pues, fuí por partes.

Lo primero que hice fué sacar la bujía conectada a la pipa y le día unas pedaladas. Daba chipa, por lo que la bobina estaba bien y el cableado también.

Ahora tocaba ver si le entraba gasolina, para lo que desconecté, primero el macarrón del depósito, y después el carburador, La gasolina entraba y no parecía que pudiera ser ese el problema.

Comencé a darle pedaladas otra vez, ahora con más ganas, y parecía que quería pero no terminaba de arrancar.

¿Qué me quedaba después de comprobar que el entraba en el motor lo que le tenía que entrar?
Pues estaba claro, comprobar que podía salir,
Me dí cuenta que al darle una pedalada con una mano, con la otra no notaba que saliera aire por el escape.
Me costó un poco el esfuerzo. Je, je...

El aspecto externo dejaba ver una masa de aceite con tierra, polvo y hasta plumas...
Cogí el destornillador más grande que tenía y se lo metí por el tubo de escape, entero y sin piedad.

Volví a dar una pedalada y ya salía aire.
Y a ésta, le siguieron varias con el pie con la intención de arrancarlo.

Y ARRANCÓ.

No tengo que recordaros que esa gasolina era toda una Gran Reserva. Pero funcionó.

Ahora a desarmar.

Las fotos hablan por sí solas del estado en que estaba.



En algunos sitios parecía que estaba sucio y la pintura decolorida, pero en el guardabarros trasero, la pintura había desaparecido en algunas zonas.



La suciedad estaba por fuera, por dentro, ...por todos sitios.


Y los cromados bastantes machacados.
Fijaros en el depósito,


Saqué el motor.
No fué fácil, teniendo en cuenta que no sólo se trataba de desarmar, no sabiendo, si no que tambíen tenía que ir clasificando lo desarmado, añadiendo la dificultad de que era la primera vez que lo hacía.

El motor parecía que pertenecía a un tractor por como estaba de sucio.



El vespino seguía perdiendo piezas.


Hasta que lo dejé como un hueso de jamón bien apurado.




Teniendo en cuenta que todo estaba muy sucio, me puse a limpiarla.

Si lo tuviera que hacer hoy de nuevo, me la llevaría a un lavado a presión.
En ese momento me tocó Fairy y estropajo.

Lo dejé como el jaspe y pude comprobar lo anteriormente dicho. La pintura había desaparecido.


Todo lo realizado anteriormente, fué en el año 2011.
Donde comencé no tenía espacio para seguir y lo empaqueté todo para llevarlo a otro lugar.

Allí proseguí con el trabajo, aunque con intervalos mucho más espaciados.

Lo preparé todo para pintarlo yo. Opté por sprays.
NO MERECE LA PENA.

Finalmente, y después de gastarme un montón de dinero en imprimación, sprays de pintura y barnices, el resultado, donde lo había probado, no me satisfacía.

Finalmente, por algo más de 120 euros, me lo pintó un profesional y el resultado fué espectacular, como era de esperar.

La suciedad blanda del motor fué otro cantar y eso fué a base de gasolina. Mucha gasolina.
El carburador y algunas partes de aluminio con Zotal. Qué maravilla.

Pude recuperar el cromado del tubo de escape y amortiguadores.
Tuve que sustituir varias tapas y piezas muy deterioradas, así como cables de freno y demás.

Ahora a montar...

Tras tres años, no sabía si íba a ser capaz de hacerlo y mucho menos que me arrancara.


Ahora ya con el motor montado.
Me costó mucho volver a conectar el cambio de bici a motor, y sobre todo el cable del descompresor.
Es lo que tiene no saber.
También me dió bastantes problemas, por la misma razón, la instalación de las barras de amortiguación delantera y la horquilla.


Y AQUÍ ESTÁ EL RESULTADO!!!!!


Cuatro pedaladas, literales, y arrancó.

UNA MARAVILLA.

Como vereis, le falta algunos detalles como la cesta que estaba irrecuperable, y el portaobjetos trasero, que se tendrá que cromar junto con las bielas del pedalier.

Poco a poco, se irá afinando.
Por ahora, ESTOY ORGULLOSO DEL TRABAJO REALIZADO.

Espero que os haya gustado.



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